miércoles, 4 de diciembre de 2013
Valeria
miércoles, 27 de noviembre de 2013
Olvídame
domingo, 24 de noviembre de 2013
ESCRITURAMA, Corazón de Sapo #10
martes, 12 de noviembre de 2013
ESCRITURAMA, Letra de Imprenta #8
¿Cómo pretendes mirar al futuro de cara, si tienes tu pasado aún pegado al culo? Disculpa la grosería, pero no lo entiendo. Una solución elemental para avanzar en la vida, es dejar atrás aquello que te ancla al dolor sufrido. Es decir, no pienses el daño que te hicieron, o si no supieron ser el pilar de tu vida, mira lo que tienes frente a ti, y pregúntate si merece la pena arriesgar. Pero no bajo el prejuicio de aquello que has experimentado. No puedes juzgar a todo el mundo con el molde de aquellos que te hicieron daño. No puedes juzgarme sin conocerme, sólo porque Ella te destrozara. No puedes tratarme de débil si no me dejas intentarlo. Si antes no supieron ayudarte, no significa que yo no sepa. No busques excusas para rehuírme. Estás asustado y es comprensible. No eres objetivo. Yo entiendo todo eso que te pasa. Y me frustro, porque no me dejas ser partícipe. Porque te encierras en ti mismo. Porque cada día hay una nueva excusa. Porque cada vez que nos vemos es un constante "lo siento, no puedo. Espero que no te enfades". Y yo, como idiota que soy, sonrío y asiento pacientemente a cada negativa, mientras por dentro me deshago en rabia. Pero rendirse nunca fue una opción, y la paciencia es un don con el que la experiencia me ha dotado. Puedo esperar. No eternamente, pero tu coraza no va a ser siempre infranqueable. Y yo pienso estar ahí en cuanto se atisbe una grieta. Pienso estar ahí con los brazos abiertos para recogerte cuando no puedas más y te ahogue tu propio aliento. Estoy ahí, aunque no me veas. Dispuesta a todo.
viernes, 1 de noviembre de 2013
ESCRITURAMA, Letra de Imprenta #6
14ª Jam en Diablos Azules (vía web)
Cada segundo que no hablaban, moría un ápice de la esperanza que tenía por demostrarle que ella era la oportunidad definitiva, aquella que se negaba a conceder. Y se frustraba… Tanto, que cuarenta días después, y mil doscientos besos perdidos, decidió inmolarse, cuando le vio en brazos de otra. Sí. Había vuelto a amar. Con el corazón que ella le entregó…
lunes, 28 de octubre de 2013
ESCRITURAMA, Corazón de Sapo #6
No sabes quién eres, y por eso quieres confundirme a mí. ¿Te refieres a eso, cuando gritas que me odias...?
domingo, 27 de octubre de 2013
Poema a dos voces VI
jueves, 17 de octubre de 2013
ESCRITURAMA, Letra de Imprenta #4
Vía sólo hay una. La que les separa de serlo TODO. La que al mismo tiempo les obliga a ser NADA. Bueno… Nada no. Porque al día le faltan horas para todo aquello que quieren contar. Sí. Porque ambos se refugian tras máscaras y escudos. Ambos quieren ser ellos mismos, pero sin serlo del todo. Pues parece que confiar en alguien, es darle permiso para hacerte daño, y ellos ya han sufrido demasiado.
miércoles, 16 de octubre de 2013
ESCRITURAMA, Corazón de Sapo #4
lunes, 7 de octubre de 2013
ESCRITURAMA, Letra de Imprenta #3
jueves, 3 de octubre de 2013
ESCRITURAMA, Corazón de Sapo #3
ESCRITURAMA, Letra de Imprenta #2
Cartas a...
Cartas a...
miércoles, 25 de septiembre de 2013
ESCRITURAMA, Letra de Imprenta #1
lunes, 23 de septiembre de 2013
ESCRITURAMA, Corazón De Sapo #1
Mis sentimientos y yo de algún modo no somos libres... y gritamos libertad hasta desgañitarnos.
Puedo abrir la ventana, alargar la mano a través de ella, e intentar atrapar losrayos del Sol. Tan incorpóreos... como tú cada noche en mi cama.
jueves, 5 de septiembre de 2013
Cartas a...
Cartas a...
Yo estoy lejos... Pero os quiero igual
martes, 13 de agosto de 2013
Cartas a...
Cartas a...
Cartas a...
miércoles, 7 de agosto de 2013
Cartas a...
Busco de nuevo el consuelo en tus mudas palabras. En lo que no dices, ni dirás nunca. Palabras que en mi mente, formulo yo por ti.
De nuevo madrugada. Hoy, 7 de Agosto. 27 días. Y qué decir.. Puedo pasar el día entero fuera de casa, silenciar las penas con música, solapar con canciones el run-run que me martillea la cabeza; "no hay nada que hacer, ¡ríndete!" Puedo esquivar la soledad todo el día, pero la noche llega. Y con ella los demonios.
El cielo sigue cubierto. De nuevo, el teléfono no suena trayendo consigo una disculpa. No voy a perder el tiempo esperando algo, que con toda seguridad sé, no va a llegar. De nuevo, Celia contra el Mundo. Siempre he sido yo contra todo. Yo, contra los demonios capitaneados por Su voz, arrastrándome al abismo. Yo, contra el dolor de una pérdida..tras otra. Yo, contra mi propio destino. Nunca ha habido un "nosotros". Amistades pasajeras, amores fugaces, sentimientos de juguete..
Espero que por una vez, la distancia no haga el olvido. Espero que mi nombre quede grabado en vuestra memoria el margen de tiempo suficiente, hasta mi regreso. Espero haber hecho las cosas bien. Espero no tener que esperar demasiado.
martes, 6 de agosto de 2013
Cartas a...
Me has dicho que escriba cartas. Pues bien, eso hago.
Es un 6 de Agosto a la 1 y 20 minutos de la madrugada. Me siento enrome dentro de mi casita de muñecas. A fin de cuentas, es lo que es; un espacio en el que estar. Sin nadie para compartirlo. Habitaciones llenas de un vacío denso y pegajoso. Mi única compañía esta noche es el zumbido de la bombilla, y el lejano cri-cri de los grillos.
El cielo está nublado. Hoy no hay estrellas. O al menos a la vista. El Mundo está cogiendo por costumbre dejarme de lado.. Podría decirse que he perdido a mi familia. No, no han muerto. Pero sí nuestra relación. Sé que hay una pequeña porción de individuos con los que comparto apellidos, que aún quieren considerarme pariente. Es un consuelo.. Aunque, a pesar de todo, me siento muy sola. No sé si te has fijado en que sólo pongo dos puntos suspensivos. Es una mala manía, lo sé, pero míralo así; es como dejar un suspiro a medias, como bloquear el llanto en el preciso instante en que va a estallar, frenar las emociones para que no se desboquen.
Llevo la cuenta de los días que llevo aquí, en la libreta que me regalásteis por mi cumpleaños. Con este, son ya 26 días. 26 días de emociones reprimidas y esperanza en vano. Supongo que llevo 26 días esperando una disculpa, una llamada, una invitación para volver.. Y a cambio, sólo amenazas e insultos. Dolor, y vacío.
El nudo que tengo dentro, aprieta tanto que tengo la sensación de que en cualquier momento me partiré en mil pedazos. Como un diamante de cristal, que soporta miles de intentos por ser rayado, pero se desmenuza al golpearse contra el suelo..
Hoy probablemente no, y mañana tampoco. Supongo que algún día de estos me tocará ser feliz, ¿no?
jueves, 1 de agosto de 2013
#MicroCuento
Madrid, te echo de menos...
Mis días son eternos. Copias unos de otros. Sin apenas variación... Monotonía.
Querría leer, pero las letras danzan ante mis ojos y es imposible. La televisión aburre. Y escribir... Escribir duele. Si pudiera desear algo, volvería a la ciudad cuyo nombre resuena en mi cabeza las 24 horas del día...
¿Que por qué? Sencillo. Porque allí las calles no me escupen miradas de odio, sólo tal vez indiferencia. Porque allí mi historia y yo encajamos a la perfección. Porque mi vida rima con Madrid...
¿A qué huele la Noche?
La madrugada huele a nostalgia, a vida, a presente y a pasado.
Sólo la Noche me entiende
Yo no estoy loca. Pero si te asomaras por la ventana, y miraras con atención, me verías en algún tejado. Escribiendo lo que ahora tú lees...
¿Que por qué a estas horas? ¿Que por qué en el tejado? ... Porque la Luna espera a que todos duerman, para susurrarme palabras de consuelo mientras le lloro en silencio... No debe oírnos nadie. Sólo los grillos le hacen los coros a mi llanto. Sólo los gatos se atreven a cantarle al cielo sus correrías de la jornada. Sólo los lobos comparten mi anhelo y mi nostalgia. Sólo la Noche me entiende.
No estoy loca. Estoy en el tejado.
martes, 9 de julio de 2013
Poema a dos voces V
De cantarle a la luna resplandeciente cuan candente
es mi amor.
Tengo ganas de llorar de alegría y no por las penas,
de cegar al mundo de mi sonrisa y su esplendor...
De que un te quiero saliendo de mis labios
atraviese la tierra...
¡y se haga escuchar!
De que mis ojos miren, y un día evoquen,
y pueda de los recuerdos disfrutar..
Que la melancolia no sea un pesar,
sino un lugar en el que me pueda refugiar...
Que la nostalgia no ahogue,
que sea una vitrina por la que pasar...
...y que el mañana refleje el ayer.
¡Dandome fuerzas para volver!
Que el pasado no persiga, que acompañe,
que los recuerdos sean motivo para crecer...
domingo, 7 de julio de 2013
#MicroCuento
sábado, 6 de julio de 2013
#MicroCuento
13ª Jam en #DiablosAzules
El dolor físico era cuando podía hacer en mi desesperado intento por evadirme de la Realidad. Mi Realidad... Siglo XXI, en plena guerra. Desconocía los motivos. Nuestra aldea vivía de espaldas al Mundo. Pero de nada nos sirvió escudarnos a la falda de nuestras montañas, de nada nos sirvió...
Aquel jueves, un día de paz como todos aquí, llegaron un puñado de agentes vestidos de impoluto blanco, se llevaron a cuanto joven mayor de 13 años encontraron. Fusilaron al resto sin piedad. Yo me libré. Era jueves, y yo nadaba río arriba. Mi hermano Álex se negó a ir a un guerra de la que no se sentía soldado. Lo fusilaron, como a uno más. Sin contemplaciones.
Cuando llegué a la aldea todo cuanto quedaba de mi gente, era una pila de cuerpos inertes y ensangrentados. No dejaron títere con cabeza. literalmente...
No lloré. Me limité a regresar a la ribera de mi río, a desnudarme por segunda vez aquel día, y a dejarme flotar río abajo. Intentar paliar así el dolor que me mordía por dentro.
Mi último recuerdo, fue el día de la muerte de mi hermano.
Piezas desencajadas
A veces se fabrican para permitir un encajado parcial. Otras piezas en cambio no encuentran el puzzle apropiado, y van dando bandazos sin rumbo de una caja a otra...
Ocasionalmente y casi de forma milagrosa, algunas piezas consiguen reunir a su alrededor un puñado de compañeras, formando una consistente red, y a su vez, un puzzle. Ocasionalmente y por razones incomprensibles, el fabricante de alguna de las piezas ya encajadas, la relega de nuevo a la caja.
miércoles, 3 de julio de 2013
#Microcuento
*Ring ring ring*
-¿Si? ¿Diga? ... ¿Quién es?
-Tu pasado. Vengo a recordarte lo felices que somos aquí sin ti.
-Lo mismo digo. *Pup pup pup* (cuelga)
miércoles, 26 de junio de 2013
#Microcuento
Mis suspiros están justificados. Debo respirar hondo. Conseguir aire suficiente para ambos. Si te hundes, bajar al mismísimo océano y respirar por ti. No pienso permitir que te ahogues. Ni en el fondo del mar de tus lágrimas, ni en la superficie a manos de tsunamis salados.
No me puedo permitir perderte...
lunes, 24 de junio de 2013
#Microcuento
No profesora, no he traído la tarea. Mi perro... Déjeme hablar, hombre. Decía, que mi perro vino asustado a mis brazos, arrugó mis apuntes, pero no pude negarle mi cariño en un momento de debilidad. Él está ahí siempre para mi. Se lo debo. No profesora, no hice mis deberes. Cumplí mi tarea. La tarea de ser buena ama.
Tacones rojos
jueves, 20 de junio de 2013
12ª Jam en #DiablosAzules
Sé reconocer una despedida cuando la tengo delante.
Voy a echar de menos la rutina, nuestra rutina de médicos, pruebas, más pruebas, más médicos... Por increíble que parezca, sí, también voy a echar de menos a las enfermeras que le tiraban los tejos a mi novio moribundo. Voy a extrañar al médico consumido por la desgracia ajena, que nos recibía a diario intentando ofrecer la mejor de sus sonrisas.
Voy a echar de menos las noches en observación, en las que desconectábamos la maquinita esa tan pesada del "Pi...Pi...Pi...", para que no nos delatase mientras hacíamos el amor enloquecidamente sobre la camilla del hospital. Voy a echarte de menos, mi vida... Tú, que nos mantuviste a flote a ambos, desde el primer momento. Aquel primer momento fatal en el que con los papeles de tu diagnóstico delante, confesamos al equipo médico la imposibilidad de costear tu tratamiento. Aquel momento, en el que me deshacía en lágrimas, tú me abarcabas entera con tus brazos y me susurrabas con calma que, "en ese caso, brindaré con mi sonrisa por mis últimos días, porque tú estás en ellos, mi amor". Y yo, lejos de encontrar consuelo, no podía hacer otra cosa que llorar más fuerte.
Y aquí, sentada en el borde de la camilla en la que tantas noches nos amamos, sostengo su mano inerte mientras veo cómo el alma le desaparece de la mirada, dejando en su lugar una débil sonrisa. La sonrisa que dejan los cadáveres al irse sabiendo, que han sido felices.
martes, 18 de junio de 2013
#Microcuento
-Agente, no lo entiendo... Hasta el chico de los recados sabe que los cadáveres no sonríen, ¿por qué este sí?
-Verás hijo, hay quien ha sido tan feliz en vida, que arrastra las sonrisas consigo, hasta los mismísimos brazos de la Muerte.
sábado, 15 de junio de 2013
Será mejor que te marches
"Será mejor que te marches.."
Y sin mediar palabra, comencé a caminar. Me pasé la cinta de la mochila bandolera por la cabeza, y apreté el paso. Quería huir de su silencio, de él, de todo... Quería hundirme en la tierra, rebosar los mares con mis lágrimas...
Apenas había dado una docena de pasos, cuando algo tiró de mí. Me frené en seco. Volví la vista atrás, y lo miré; sentado en aquel banco, derrotado y abatido. Algo me empujaba a retroceder. A romper el silencio. Algo me decía, que irme sólo empeoraría las cosas. No cuestioné a la voz que me gritaba desde dentro "¡RETROCEDE, IDIOTA!" Simplemente deshice lo andado.
Apoyaba la frente contra el mástil de la guitarra que nos acompañó aquel día. Se le veía tan vulnerable... No quería guerra, ni gritos, ni finales. Sólo quería estar allí, hablar, convencerle, convencerme, de que no podía acabar así. De que merecía, merecíamos la pena. Sólo quería susurrarle que "rendirse nunca fue una opción".
No me oyó llegar. Me quedé frente a él hasta que levantó la mirada.
"No me voy a ir a ninguna parte. No sin ti".
viernes, 7 de junio de 2013
11ª Jam en #DiablosAzules ((Relato ganador))
Y aquí estoy. Sentada. Con la mente en otra parte, pensando en estos últimos días, en mis ojos enrojecidos ocupando todo el espejo del baño, en el espejo del baño hecho añicos, en mi mano temblorosa, tentativa, cerrando los dedos en torno a uno de esos desiguales fragmentos, cortándome la palma de la mano por miedo a lo que habrá después de cortarme las venas. Aquí estoy. Borracha de pena...
No tengo miedo. Ya no. Me da igual lo desconocido. Me da todo igual. Hasta ellos. Hasta yo misma. Todo.
Y de la nada brota un instante de lucidez, en medio de esta vorágine de locura que me envenena por dentro. "Valeria", me dice una voz calma desde el interior de mi cabeza. "Valeria, piénsalo... Hay fronteras, que es preferible no atreverse a cruzar. Valeria, ¡REACCIONA, joder!".
Demasiado tarde. Ya no tengo miedo. Esta vida es mucho más terrorífica que cualquier cosa que pueda esperarme al otro lado de este alfeizar...
lunes, 3 de junio de 2013
Espinas
Pero es un secreto. Ella es mi secreto. Prohibido. Vive en mis recuerdos. En mi memoria. En las caricias que me acunaban con ternura antes de irme a dormir. Vive en esas palabras que como espinas, llevo clavadas muy dentro.
Antes luchaba por deshacerme de su recuerdo. Ahora, necesito más que nunca hacerlo mío. Y espero que siempre, al menos una pequeña parte, sea mia.
Hasta siempre, compañero...
jueves, 30 de mayo de 2013
GRABANDO... (Cuento finalista del certamen Hijos de Mary Shelley)
Ésta, apretó los párpados fuertemente contra sus ojeras, y apretó aún más al peluche contra su pecho. Era algo mayor para esas cosas, pero le daba igual. El griterío llevaba un ritmo frenético, subió el volumen de la música con la esperanza de ahogar los reproches que se colaban por las aristas desocupadas del umbral de su habitación. ¿La canción? Era lo de menos. Había elegido ésa y no otra entre su selección de rock por la voz del cantante principal, desgarrada y gutural. Apenas vocalizaba, pero aquellas atronadoras cadencias eran las únicas capaces de ahogar mínimamente el estruendo de las dos bestias que se batían en el salón de su casa.
martes, 28 de mayo de 2013
"Matrimonio" como eufemismo de "contrato de permanencia"
No creo en el matrimonio. Lo veo como un eufemismo de "contrato de permanencia". Como si fuera necesario atrapar los sentimientos que hay entre dos personas, en la tinta de una absurda firma sobre un documento que las instituciones reconozcan como "oficial".
Para mi no hay mayor prueba de compromiso mutuo, que cicatrizar las heridas de la persona que amas con el antiséptico más natural que existe; el cariño.
Eso, ante el sistema es poco menos que nada. Pero entre dos personas es el comienzo de TODO.
Puede, y sólo, puede, que alguien en el transcurso de la historia haya pensado; "oh, si me caso con él/ella tendrá motivos para quedarse a mi lado siempre. No lo perderé. No sé irá.." Craso error. Si quiere irse, una firma sobre un folio no va a impedírselo.
Y digo yo, ¿no será más lógico, darle motivos a esa persona día a día para que se quede contigo? ¿No es más fácil daros tiempo, y enredaros en vuestros propios sentimientos hasta el punto de no retorno? Sí, ese punto en el que sincronizáis tanto, que sentís como uno sólo.
Esto es sólo una opinión. Y ahora, si alguien tiene algo que decir, que hable ahora o calle para siempre...
¡A las trincheras!, se avecina tormenta..
Odio los vientos fríos y racheados. Siempre traen consigo metralla de guerras pasadas. Siempre. Y siempre también lo acompaña algún tipo nuevo de munición.
No sé que será peor, si las balas antiguas que conocen mis heridas abiertas, o las nuevas, que exploran mi carne abriendo nuevos boquetes en ella.
La combinación de ambos no es letal, pero el intervalo de tiempo entre una tormenta y otra ha de ser lo suficientemente duradero como para dejar que selle al menos una cuarta parte de las heridas. Lo justo para no desangrarme por el camino...
domingo, 26 de mayo de 2013
Hay que ser un poco niños
Me paso todo el tiempo que puedo sentada en el suelo. En los andenes, en el metro, incluso en la calle. No por vagancia. No por comodidad. Simplemente me gusta verlo todo desde abajo. Pero desde una altura inferior a los demás. Me gusta porque me recuerda a cuando era niña, y entonces sí, lo veía todo desde un "abajo" inferior a los demás.
Hay cosas que sólo pueden verse a la altura del suelo, inferiorizando tu posición. Hay cosas que sólo pueden verse desde la altura de un niño, y con los ojos de estos.
jueves, 23 de mayo de 2013
Todos miramos. Pocos vemos realmente.
Necesita gafas para ver correctamente, pero es una inseguridad más. Al entrar en el vagón y perder de vista a su madre, se las ha quitado de la forma más discreta y apresurada posible.
Tiene los labios preciosos, y la sonrisa le llenaría la cara. Pero el aparato corrector adosado a su dentadura es una traba más en el camino por sentirse a gusto dentro de ese pellejo.
Escribo sobre ella y probablemente lo haya notado. Pues la última vez que levanté la vista de mi cuaderno para examinarla sin discreción alguna, me ha fulminado con la mirada. Pequeña, a mi no me engañas, sé que es todo teatro...
El hombre del jersey a rayas vive en una relación sin presente ni futuro. A todas las chicas del tren nos busca rasgos comunes con la mujer de la que un día se enamoró, y que a día de hoy, para él, es poco más que una desconocida.
Se siente culpable por desnudarnos con la mirada. Se siente aún peor por no notar la erección en sus pantalones, por vernos (aun desnudas en su mente) como bellas obras de arte, y no como objetos de excitación. Sufre por quererla a ella, tan difícil a veces, y no a cualquiera de nosotras, aparentemente más sencillo. O eso se consuela pensando. Para justificar su masoquismo siguiendo al lado de la mujer que siempre le deja para mañana.
Un empleado del consorcio de transportes se rebela contra la imposición de su uniforme. Entre tanta gente no puedo verle la cara, pero sé que el color granate de su chaleco no le gusta. Tampoco el gris marengo de los pantalones de traje, y compensa ambos disgustos con unos excéntricos zapatos de piel (falsa) de serpiente, barnizados con algún sucedáneo plateado.
Realmente son unos zapatos horribles. Pero el uniforme lo es más, y casi podría decirse que consigue el objetivo de eclipsar tan horrible conjunto.
El chico negro que toca la guitarra en medio del vagón es con diferencia el tipo más feliz de todo el tren. Su delgadez, los pómulos sobresaliendo de su cara, los pantalones arrugados bajo el cinturón, esos brazos menudos... Delatan que su dieta es intermitente; come un día sí, dos días no. Pero sonríe, y le brillan los ojos. Es más feliz que nadie porque rodeado de la nada casi absoluta, ha aprendido a valorar las pocas pertenencias que posee. Porque las escasas monedas que tintinean en sus bolsillos, las ha conseguido de forma honrada, haciendo lo que realmente a él le gusta. Cantar.
10ª Jam en #DiablosAzules
Niños condenados a ser sombras de sí mismos. Sombras frías que ignoran la sensación de calidez implícita en un abrazo. Nunca van a conocer los diálogos mudos, compuestos únicamente de miradas y medias sonrisas. No van a entenderlos. Sólo saben moverse por el dolor. Están tan familiarizados con él, que nada les cuesta inflingirlo. Buscan alivio en el tormento de otros, o destruyéndose a sí mismos. Como Valeria. Pequeña muñeca rota... No es tan niña, pero aún lo parece. No está tan rota, pero sí muy mal remendada.
Toda ella cubierta de heridas-cremallera. Sus finos bracitos de porcelana recorridos por cientos de pequeñas líneas difusas. Salvo tres, en el antebrazo izquierdo, que parecen haber sido trazadas sin apoyo aparatológico de utensilios tales como reglas, escuadras o cartabones. Plasmadas con prisas sobre la carne. Con las prisas propias de alguien a quien la vida le molesta y quiere sacársela de encima. Alguien que no deseaba nacer. Alguien que hunde continuamente el acero en su piel con la esperanza de que por los orificios abiertos, borbotée ese veneno que los condena a odiarse.
Niños como Valeria, enfermos de dolor. Enfermos de sí mismos.
viernes, 17 de mayo de 2013
MADRID FUE TESTIGO
Aquellas noches privándose de dormir habían dado fruto, algo único estaba floreciendo. Y allí se encontraban al fin, enraizando juntos, acurrucados bajo un minúsculo paraguas verde con un ajado banco de madera a modo de maceta, nadando en la profundidad de los ojos del otro mientras sobre ellos llovían hojas, que no agua como suele ser habitual, pues sobre sus cabezas, los árboles, con el tiempo enfermaron de soledad, y necesitados de compañía habían estirado sus ramas en todas direcciones, abrazándose así los unos a los otros, creando sin proponérselo una cúpula perfecta que protegía a los dos amados de la intermitente lluvia que humedecía el aire de aquella otoñal tarde.
Ella emergió un momento de la profundidad de sus ojos, los únicos que habían logrado transmitirla seguridad. Barrió con la mirada cuanto les rodeaba, y sintió algo abriéndose paso desde su interior, exactamente la misma sensación de desgarro que la invadió apenas una semana antes; el día que lo conoció en persona, día en el que desde lo más alto de la calle Preciados fue capaz de distinguirlo entre la multitud, visiblemente nervioso e inquieto miraba alternativamente la pantalla de su teléfono móvil y la marea de rostros sin nombre que amenazaba con arrastrarlo. Cualquier intento de describir la felicidad que invadió a aquella joven tan sólo por verle de lejos, sería tiempo perdido…
Bajo la atenta mirada de los moradores habituales del Retiro, Ella regresó a su punto de partida, regresó a esos inquietos ojos grisáceos, a aquella pupila perimetrada por una aureola ámbar que desde el primer momento captó su atención. Todos nos hemos sentido desnudar con la mirada, Él no retiraba prendas en su mente, Él conseguía desnudar su alma, algo que a Ella le inquietaba y fascinaba al mismo tiempo.
Así pasaron la tarde, la última que compartirían en mucho tiempo. Conscientes del paso de las horas, bebían ávidamente de sus labios, tratando de guardar para ellos los besos suficientes para cuando llegado el momento, la sed les ahogara. Memorizaban sus rostros, detalles insignificantes incluidos. Atrapaban con la mente fotogramas para que aquella tarde, el banco, el paraguas, sus ojos y los sentimientos, no perecieran al olvido.
Madrid fue testigo de cómo se enamoraron sin remedio, fue testigo de cómo en las entrañas de Ella el amor se abrió camino.
Fue testigo también de las lágrimas de Ella, y de Él con sus suspiros ante el inevitable momento de despido.
Madrid fue testigo, de cómo Alma-dulce quería, y Música la correspondía.
Madrid de noche y mojada le llegó al corazón a nuestra joven enamorada.
Madrid y su Retiro retiraron la coraza de dos corazones heridos. Madrid les unió, y Madrid, fue testigo.
http://www.youtube.com/watch?v=qAbBYrASLbo
jueves, 16 de mayo de 2013
#MicroCuentos
-Oh, siento una presión aquí cuando te siento cerca.. Creo que me he enamorado, ¡tengo mariposas en el estómago!
-No, cielo, lo que tú tienes son gases.
lunes, 13 de mayo de 2013
Costurera a pie de trinchera
Dicen que mostrarles tus propias cicatrices a los soldados con los que compartirás campo de batalla, levanta los ánimos. Por eso de quitarles el miedo que tienen todos a resultar malheridos. Deben ver que a pesar de haberte dejado como preparado de carne picada para hamburguesa, con tiempo consigues regenerarte.
Claro que, a pesar de volver a ser de una pieza, de vez en cuando las costuras que sujetan las heridas se dan de sí. No, eso no deben saberlo. Aunque a base de remendar la misma zona, terminas por encontrar la aguja y el hilo que mejor se adaptan para devolver la carne a su sitio una vez has sangrado tus demonios.
Las batallas te enseñan cosas realmente útiles. Costura, por ejemplo.
Aunque ocasionalmente se me puede saltar algún punto de sutura (por ir con prisas), procuro no dejar marcas que se distingan a simple vista. Hay que ser cuidadoso en ese aspecto. Debilidades ante los demás, las justas.
Tantas son las veces que coses los mismos fragmentos. Una y otra vez... Que acabas por familiarizarte con ellos. Ya no te alarmas como el primer día, en el que descubres que por todo el vendaje que pongas en torno a una herida, la sangre lo traspasará. Y no. No es suficiente con cambiarlo, y a otra cosa. Dudo mucho que tras una intervención quirúrgica convencional, el cirujano te dé el alta con un vendaje simple, y te mande a casa con una herida abierta.
Quieras o no, aprendes. De las guerras se sale. Ileso no, eso es mucho pedir. De una pieza, tampoco. Pero se sale.
domingo, 12 de mayo de 2013
Mechón de pelo. Cepillo. Giro de muñeca. Pasada del secador.
Mechón de pelo. Cepillo. Giro de muñeca. Pasada del secador.
Es un autómata.
Mechón de pelo. Cepillo. Giro de muñeca. Pasada del secador.
¿Quién es esa extraña de porcelana que me mira.
Mechón de pelo. Cepillo. Giro de muñeca. Pasada del secador.
Su rostro es todo ojeras. Tiene escarchada la mirada de primavera que, intuyo, fue alguna vez deslumbrante.
Mechón de pelo. Cepillo. Giro de muñeca. Pasada del secador.
¿Pero por qué me mira? Empieza a ser incómodo... Su cuerpo está aquí y se mueve. Ella no. Ella no está aquí. Está en otro lugar.
Mechón de pelo. Cepillo. Giro de muñeca. Pasada del secador.
Quiero gritarle y sacudirla, que me lleve con ella a ese estado acorpóreo en el que se encuentra. Debe de ser delicioso rondar por el mundo libremente mientras sin conciencia u orden alguna, tu cuerpo realiza las tareas programadas para esa jornada.
Mechón de pelo. Cepillo. Giro de muñeca. Pasada del secador.
Qué envidia...
Mechón de pelo. Cepillo. Giro de muñeca. Pasada del secador.
"Celia.." ¿Qué?... ¿Quién me llama?
Mechón de pelo. Cepillo. Giro de muñeca. Pasada del secador.
"Celia.." insiste un eco lejano.
Mechón de pelo. Cepillo. Giro de muñeca. Pasada del secador.
Algo tira de mi, la voz deja de ser un eco y me taladra los oídos. "Celia bonita, baja de las nubes. Hay una clienta, deja eso y hazte cargo." Aaaanda, era la profesora... Va venga, ya voy.
Levanto un instante la mirada, y me veo; ojeras violáceas, palidez casi mortal... El verde de mis ojos se ha atenuado.
Ah, con que era yo...
Buenos días señora, ¿qué le hago?
Mechón de pelo. Cepillo. Giro de muñeca. Pasada del secador...
#MicroCuentos
"A falta de nada mejor, cúbrete de sueños."
"Joven con quemaduras de tercer grado pierde el 65% de la piel." ¿Le decimos que se cubra de sueños?
#MicroCuentos
Cada vez que alguien confiesa no creer en la Magia, muere un hada. Cada vez que alguien pronuncia un "te quiero" sin sentirlo, muere un corazón.
#MicroCuentos
-Forense, ¿causa de la muerte?
-Se le acumularon los sentimientos que no demostró en la cavidad ventricular. Vé agente, tiene un coágulo de "te quieros" aquí mismo.
#MicroCuentos
-Te será concdido un último deseo -dijo el verdugo.
-Déjeme huir, y venga conmigo. Usted está tan condenado por sus crímenes como yo.
sábado, 11 de mayo de 2013
9ª Jam en #DiablosAzules
Madre mía como me pesan las piernas... Ni que hubiera corrido una maratón... Sólo por subir las escaleras... A ver cómo me mantengo a su ritmo. Su delicioso ritmo.
Es lo que tiene follar por la mañana, ¿sabéis? La pereza no suele ser un obstáculo, pero casi que a la próxima (sí, estoy seguro de que hay próxima, y réplica de ésta). Lo que iba diciendo, a la próxima la voy a proponer el trastero como escenario. Joder, sólo hay que bajar escaleras... "Va Cari, que los cuartos subterráneos, húmedos y mugrientos tienen su morbo.." Lo más probable es que no cuele, pero por intentarlo... Y ella es aún más perezosa que yo, eh. Tanto, que vive en el portal de en frente, y el idiota que se desplaza soy yo... No me llaméis calzonazos, lo hago sólo porque sus polvos son mágicos (y eternos), como ella... Porque me encanta desayunarme sus galletas integrales en la cama, y vengarme de su pereza dejándosela llena de migas.
Espera, que me he perdido, ¿he dicho ya eso de que sus polvos son mágicos y eternos? Creo que sí. Carlos majo, háztelo mirar que ya desvarías... Es ella, que me perturba...
Ya estoy, toco el timbre y se oyen al menos 3 cerraduras abriéndose. Ella, toda para mi. Sólo por tenerla así, despeinada y recién despierta merece la pena madrugar cada mañana.
"Hola corazón. Llevas la camiseta del revés... Anda, tira pa' dentro..."
viernes, 10 de mayo de 2013
Buenos días. O, buenas noches, es relativo..
Maravilloso círculo vicioso, la sucesión de los amaneceres.
Casi las 7 de la mañana, Morfeo se ha olvidado de mi... Todo empieza a respirar, a cobrar vida.
La Sierra a lo lejos aún duerme envuelta en sábanas de niebla. Madrid se despereza, apaga sus luces para encender la rutina. Incluso un sábado.
Se me encoge el pecho... Qué tendrá Madrid, o los amaneceres... Por un momento me atrevo a pensar que es la falta de sueño. Pero no. Me niego a creer eso.
Es preciosa se ponga lo que se ponga.. Bien el vestido de noche, o esta fresca vestimenta confeccionada por los primeros rayos de sol que osan sustituir la seda negra. Es preciosa, y sólo mía. En este momento es sólo mía. La he velado toda la noche desde aquí. Qué tendrá Madrid...
sábado, 4 de mayo de 2013
La lógica de los recuerdos
Van a doler siempre, los recuerdos. Tengo algunos archivados en pequeñas cajitas. Algunas de madera y con un cierre sencillo, otras metálicas, candadas bajo llave.
A veces abro un armario, y lo veo todo tan revuelto, que sin pensarlo demasiado me pongo a ordenarlo un poco. A veces en ese armario hay alguna cajita. Y a veces, en un impulso kamikaze las abro y despliego su contenido sobre la colcha de mi cama.
La de madera duele más. Soy tonta, sé que siempre acabo llorando con esos recuerdos, y aún así insisto en revisarlos pausadamente uno por uno, con cariño incluso.
Para otros no he encontrado un recipiente adecuado, y simplemente están en unos sencillos sobres de colorines. Oh, esos también duelen a pesar de la decoración externa.
En realidad duelen todos. La cronología no tiene influencia alguna en el dolor. Los recuerdos de la caja de madera son de 3 años atrás, y aún sangran. En cambio, los encerrados en la cajita metálica son apenas de hace un año, y están bien sellados. No hay lógica alguna en el dolor. Pero realmente, ¿hay lógica en algún sitio?
domingo, 28 de abril de 2013
Hablando de botones y pizza (parte 2)
De nuevo esa cocina. De nuevo estoy contra el umbral. ¿Café? Me pregunta. Sí. Sólo. Café sólo. Y frío. Con mucho, mucho azúcar.
En realidad está caliente... En realidad me da igual. En realidad ya todo me da igual. Hasta el café. Porque no llevo pantalones. Ni bragas. Porque estoy en su cocina, de nuevo. Esta vez desnuda. Esta vez tomo café. Esta vez me besa el cuello. Esta vez me da todo igual...
Me ha puesto el café por cortesía. Pero tengo la boca tan llena de besos que me impiden tomármelo. Y me da igual no terminarme mi café. Porque esta vez no se le quemaba la pizza. Sólo quemábamos el café y yo. Porque esta vez desabrochó el botón.
sábado, 20 de abril de 2013
SOS
A veces necesitamos que alguien nos rescate de nuestra propia tempestad. Lanzamos SOS's desesperados a un vacío que se lo traga todo, hasta las súplicas. A veces nuestras propias lágrimas nos ahogan, y sólo necesitamos un pañuelo que las absorba todas. A veces un cálido abrazo basta.
Son gestos muy pequeños y aparentemente insignificantes, pero su falta atrofia el bienestar emocional...
viernes, 19 de abril de 2013
Silenciamos el Mundo
Silenciamos el mundo. Nos sumergimos en un mar de acordes. Desconectamos. Todos con esos auriculares envolventes de colorines y formas variadas. Yo también ¿eh? Yo soy la primera que quiere acallar un poco al Mundo. Me gusta más observarlo mudo, como una película antigua en la que yo puedo ponerla la BSO que quiera.
8ª Jam en #DiablosAzules
Descuida que no se molestó en desmentirlo, no trató de convencerme de lo contrario. Ni siquiera me regaló palabras vacías de un afecto diluido entre mareas de odio. Yo estaba ahí, me miraba sin verme, me ignoraba... Era más fácil que intentar comprenderme. Siempre que podía, optaba por la ley del mínimo esfuerzo, y escucharme debía de ser agotador, pues nunca lo hizo.
Yo tampoco luchaba por hacerme oír, todo hay que decirlo. Pero se acabó. Nunca volveremos a recuperar aquello. Nunca me mirarás y veré en tus ojos ese inconfundible amor que caracterizaba nuestra relación. Se acabó la tiranía, voy a obligarte a que me consideres, con odio si es necesario. Vas a escucharme, oh sí, quieras o no papá, vas a escucharme, porque tengo algo que decir.