Lo que escribimos es lo único que quedará de nosotros.

domingo, 24 de noviembre de 2013

ESCRITURAMA, Corazón de Sapo #10

¿Cómo decir adiós?
Nos preparan para enfrentarnos a difíciles dilemas matemáticos sobre la densidad de un cuerpo que desaloja X volumen de un líquido con un área basal Y, en cambio nadie nos dice lo maravilloso que es sentir el roce de la piel de un cuerpo desnudo, abrazado al nuestro, acompañado del suave masaje del agua en una bañera. Nos enseñan a manejar con una destreza básica la lengua, y la gramática, pero a la hora de dar nuestro primer beso no tenemos ni idea de qué hacer con ella. Diseccionamos ranas y pescaditos, evaluando sus órganos e indagando en su interior, pero a la hora de interiorizar en nosotros mismos... Nada. Nos dicen que comamos sano, entonces... ¿el orgullo qué? Seguro que se sacan de la manga que es bueno para el colesterol. Y ¿cómo decir adiós...? ¿Qué estrafalario beneficio contiene? Nadie nos enseña nunca a reparar un corazón roto. Los médicos curan infartos, no desamores. Quizá deberían plantearse una reforma educacional...

1 comentario:

  1. Creo que la complejidad de la frase de esta semana, consistía en la inducción casi obligatoria a la elaboración de un texto reflexivo precisamente por aquello que se expresa en este texto en concreto. A mi parecer, la frase remite a cuestiones de caracter existencial que no solo no son aprendidas en los estudios de ciencias, si no que incluso en lo más puros estudios humanistas del asunto, a lo más que se puede llegar son a especulaciones. Y a la final, quizá lo mejor es que sea de esa forma, hay aspectos de la existencia que no merecen ser enseñados. Muy buen texto, Celia! Un saludo. (:

    ResponderEliminar