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martes, 13 de agosto de 2013

Cartas a...

IV

Pienso continuamente en mi vida en Madrid. En lo que viví, lo que podría estar viviendo ahora si siguiera allí. Lo que me espera si algún día vuelvo... Tengo auténtico terror a olvidarme de ello. De vosotros...

Lunes, 12 de Agosto; madrugada insomne, para no variar...
Lo más sensato sería asumir la nueva situación en la que me encuentro. Ser consciente de que en este rincón del Mundo no hay cientos de vagones de Metro atestados de historias e inspiración recorriendo el subsuelo No hay ni una puñetera cafetería, ni librerías, ni tiendas, ni bares con micros y escritores cautivando con su voz. Aquí no hay nada de eso. Aquí, sólo hay recuerdos que no quiero recordar. Si bien es cierto, que en este agujero me queda la poca familia que me sigue queriendo, y eso es importante. De hecho, a parte del aire puro, el agua de manantial, y la conexión con la naturaleza, es el único punto a favor.
Leer sigue costándome horrores... La concentración nunca ha sido lo mío, pero echo de menos ser absorbida por las páginas de algún libro, y transportada a otro Mundo por unas horas. Insistís en que disfrute, que aproveche esto, que me olvide un poco de Madrid. Pero no puedo... Se acerca el Otoño, las lluvias, los paraguas. Pronto el suelo estará tapizado con miles de hojas secas, que entonarán canciones únicas al ser pisadas, y yo voy a perdérmelo... No voy a estar allí en el aniversario con la primera ciudad que me enamoró... Bien sabes tú que "Madrid, de noche y mojada, le llegó al corazón a la joven enamorada". Pero en fin, resignación. Supongo.

Puedo sonar repetitiva en mis cartas; siempre con este drama. Pero la culpa es tuya, que lo sepas. Sí Cuentacuentos, no me mires así, que si paso las madrugadas desgranando mi pena sobre el papel es por tu brillante idea de "vomitarlo todo sobre el folio". Y sí que es brillante compartir un pedacito de mi desazón. No me devolverá mi ciudad, ni mis amigos, ni todo el amor que volqué allí, pero os siento a todos (sí, a los 6 millones que la componéis), un poquito más cerca.
Pero basta de lamentaciones (por hoy). Mañana más. No voy a dejar que os olvidéis de mi.

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