Separados
Vía sólo hay una. La que les separa de serlo TODO. La que al mismo tiempo les obliga a ser NADA. Bueno… Nada no. Porque al día le faltan horas para todo aquello que quieren contar. Sí. Porque ambos se refugian tras máscaras y escudos. Ambos quieren ser ellos mismos, pero sin serlo del todo. Pues parece que confiar en alguien, es darle permiso para hacerte daño, y ellos ya han sufrido demasiado.
Deberían poder ser felices juntos. Deberían poder abrazarse
como hace todo el mundo. Pero vía sólo hay una. La del tren. La que los puede
convertir en TODO. La que les condena a ser NADA. Dama caprichosa, la Distancia.
Y señorito remilgado, el Olvido.
Celia, qué texto tan sensible e ingenioso al mismo tiempo. La verdad es que ha sido muy astuto unir en en las vías de un tren, tres conceptos tan volátiles (¿?) como lo son la distancia, el olvido y el mismo tren. No sé si me explico pero los tres comparten ese andar inexorable, esa marcha continua que hace que la conexión entre ellos termine siendo muy bonita y muy poética. Me ha gustado mucho. Un saludo!
ResponderEliminarAplaudo tu cuento, porque manejas con inteligencia la revelación de que hablabas de un tren. Muchas veces cuando el texto plantea un acertijo, el escritor cae en el error de poner todo el peso del final en la resolución del acertijo, y da la sensación de que en vez de un cuento estás leyendo una adivinanza. En tu caso eso no pasa, porque tiene mucha más fuerza la reflexión final que la revelación del dato oculto. Muy bien logrado el texto. Saludos.
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