No puedo pedir nada, pero en cambio, anhelo tanto… Acepté
las condiciones; nada de promesas, nada de futuro, nada de seriedad… Es cuanto
tengo, y soy feliz con ello, porque es mejor que nada. Bien es cierto que no me
promete nada, pero ya lo hago yo por él; me prometo a mí misma no caer en los
mismos errores, me prometo esquivar el sufrimiento hasta que sea inevitable
topar con él, me prometo resistirme a perderlo, luchar por él hasta el final,
si bien es cierto, mi lema es NI RETIRADA NI RENDICIÓN, sería hipócrita faltar
a la eterna promesa de cumplirlo.
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