Añoro las noches de lírica,
versos enteros desfilando ante mis ojos,
litros de tinta derramándose por el cuaderno,
situaciones límite convertidas en poética.
Enlazando palabras por el patrón del papel cuadriculado,
gritándole al folio angustiada
"ésta es una noche más que él no duerme a mi lado".
Soñándote de forma clandestina,
echándote de menos, sobre mi cama
abrazándome las rodillas acurrucada en una esquina,
suplicándole a la pantalla del ordenador, "por favor que no se vaya..".
Así fluyó mi verano,
noches eternas hablando contigo,
compartiendo tantas horas,
siendo en mi mente algo más que un amigo...
Por el día
soñar con la noche,
y los pequeños placeres
que la oscuridad ofrecía.
Me sobraba la compañía..
Me sobraba todo que no fueras tú..
Llegó Septiembre y mi traslado,
llegó dar dos pasos más, y por fin tenerte a mi lado.
Llegó ese bendito momento,
y con él, de la mano,
la despedida, y nuestro lamento.
Llegó tu marcha y mi soledad.
Unos días muy raros fueron aquellos...
Te eché muchísimo de menos,
lo digo con sinceridad...
Única la complicidad que tengo contigo,
aún me parece magia aquella tarde en el Retiro...
Aún recuerdo el momento en que me enamoré de Madrid,
tú estabas allí conmigo, me dabas la mano, yo era feliz...
Yo era feliz contigo...
Me has intrigado desde el principio. Un texto magnifico!
ResponderEliminarGracias :) si alguna vez hay algo que te chirría o no te gusta, te agradecería me lo hicieras saber, así podré limar las asperezas que puedan tener mis escritos :)y lo mismo os digo a los demás, lectores anónimos ;)
Eliminar