Hay personas que marcan un antes y un después en tu vida. Y tú eres una de ellas... Te conocí en el momento más duro de mi existencia. Fuiste un apoyo cuando nadie más lo era. Y ambos sabemos que no es un tópico, que en aquel lugar frío teníamos el calor del otro. Que no había mejor paliativo para el dolor que la compañía mutua. Aquel dolor que sólo comprendíamos nosotros. Aquel dolor que nos unía. Nadie nos visitaba, y llenábamos las horas con graffitis y partidas de ajedrez.
Qué más dan los errores del pasado... Tiene que darte igual lo que los demás piensen de ti, eres maravilloso así, con tus empanadas mentales y las risas sin venir a cuento. No cambies. Por favor. Y disfruta de la vida. Exprímela. Sácale el jugo a mi lema. Te lo presto. Úsalo. Hazle caso. "Ni retirada, ni rendición", ¿vale? Nunca. Y si el objetivo se te antoja imposible, no renuncies, sólo cámbialo. Pero nunca te rindas. La vida es demasiado preciosa como para dejarla pasar sin vivirla. Con sus mierdas y todo, créeme. Y sobre todo; sé feliz. O intenta serlo. Siempre tendrás un puerto seguro entre mis brazos, recuérdalo cuando la tempestad amenace con ahogarte. Recuerda, que siempre estaré aquí.
Qué bellas y sentidas palabras, un puerto seguro en tus brazos, un alivio para la vida.
ResponderEliminarEdwin Yanes
www.poesiagt.com
Cuando lea esto estoy segura que siempre lo recordará y sabrá marcar su camino y seguirlo con todas sus fuerzas. Por muy lejos que vaya, siempre estaréis unidos. Yo solo quiero darle las gracias por todo lo que te enseño a descubrir.
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