Hay personas que marcan un antes y un después en tu vida. Y tú eres una de ellas... Te conocí en el momento más duro de mi existencia. Fuiste un apoyo cuando nadie más lo era. Y ambos sabemos que no es un tópico, que en aquel lugar frío teníamos el calor del otro. Que no había mejor paliativo para el dolor que la compañía mutua. Aquel dolor que sólo comprendíamos nosotros. Aquel dolor que nos unía. Nadie nos visitaba, y llenábamos las horas con graffitis y partidas de ajedrez.
Qué más dan los errores del pasado... Tiene que darte igual lo que los demás piensen de ti, eres maravilloso así, con tus empanadas mentales y las risas sin venir a cuento. No cambies. Por favor. Y disfruta de la vida. Exprímela. Sácale el jugo a mi lema. Te lo presto. Úsalo. Hazle caso. "Ni retirada, ni rendición", ¿vale? Nunca. Y si el objetivo se te antoja imposible, no renuncies, sólo cámbialo. Pero nunca te rindas. La vida es demasiado preciosa como para dejarla pasar sin vivirla. Con sus mierdas y todo, créeme. Y sobre todo; sé feliz. O intenta serlo. Siempre tendrás un puerto seguro entre mis brazos, recuérdalo cuando la tempestad amenace con ahogarte. Recuerda, que siempre estaré aquí.
Lo que escribimos es lo único que quedará de nosotros.
martes, 8 de abril de 2014
miércoles, 2 de abril de 2014
Crisis sentimental
Ojalá el amor fuera como
el sexo. Ojalá se regalara por las esquinas... ¿Quién dice que no
acabaré sola? A veces lo creo. A veces creo que ser simpática, inteligente,
guapa, o sexy no es suficiente. Que tener talento no es suficiente. Que ser diferente no es suficiente. Que nada de lo que soy es suficiente. ¿Por qué
razón entonces sigo sola? Y ya me sé el típico consuelo de "si no hay
nadie que sepa apreciar cómo eres no merece la pena". ¡Eso ya lo sé
gilipollas! Consolarme no sirve de nada. Sigo yendo al cine sola. Sigo
durmiendo sola. Sigo abrazando una fría almohada por las noches. Y escuchando
música por la calle con el fin de evadir mis sentidos y embotarlos de acordes
con el objetivo de nublar mi percepción y no ser consciente de las parejas que
pasean de la mano, o de los más indiscretos que se comen la boca delante de los
que nos morimos de hambre. No es justo. No. Es. Justo.
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