Que me rodeén tus brazos,
que me sigan tus ojazos,
que sea todo tu cuerpo el que evite mi congelación
todos los duros inviernos,
que estés conmigo cada estación.
Que no quiero perderte, que esto acaba de comenzar,
que por una vez quisiera
que la historia no tenga final...
Que me lleves de la mano
hacia la Felicidad,
que quiero conocer contigo, abrazados, esa bella ciudad.
Que estuve a las puertas
pero no la pateé,
que me cerraron en las narices
y sola en la puerta me quedé.
Y ahora de nuevo contigo
espero poder entrar,
y que contigo cariño, de allí no salir jamás.